24 de Agosto de 2008
Cuando el color y las formas empiezan a cubrirlo todo es señal de que algo se puede dar por terminado. De que Mar de Soles ya es, arquitectonicamente, una realidad. El color es la piel, el rostro, lo que primero se ve. El corazón de Mar de Soles latía antes de ser una realidad. Ahora late con ganas, con color y con identidad. Ya es una realidad, ya solo nos falta....empezar.
Con gratitud hacia quienes han ayudado a convertir
un sueño en una realidad.
Gracias¡¡¡¡¡¡