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Un mar de cuentos


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Fecha 26 de Abril de 2009
Esta semana vamos a entrar en el mundo mágico de los cuentos. El acto de contar cuentos es tan antiguo como la humanidad. El vocablo cuento proviene de contar, lo que se dice a viva voz. El escuchar y el contar son necesidades primarias del ser humano. La necesidad de contar también resulta del deseo de hacerlo, del deseo de divertirse a sí mismo y divertir a los demás a través de la invención, la fantasía y las historias fascinantes. Es en este deseo humano en el cual la literatura tiene sus orígenes. Creo que el primer acto de comunicación profunda entre padres e hijos es cuando se les cuenta un cuento. Al principio, cuando son tan pequeñitos y les contamos un cuento antes de dormir, o en cualquier otro momento del día, muchas de las palabras que usamos no las entienden, pero entienden a la perfección la entonación que le damos a esas palabras, nuestras expresiones. No hay mas que mirarles la cara para darse cuenta de ello. Los cuentos son alimentos para el alma del niño, estimulan la fantasia y el deseo de saber mas. Les ayuda a crecer intelectualmente y ayuda a fomentar en ellos, desde edad bien temprana, ese deseable amor por la lectura. Ya os iré contando cosillas acerca de esto. Es posible que muchos no recuerden un programa de TV en el que gente famosilla contaba cuentos a los mas peques. He rescatado de la memoria uno de esos programas. Se llamaba Colorin colorado..... lástima que los señores de la tele se hayan olvidado de los mas peques.


Antes de terminar me gustaria insistir en la importancia de leer cuentos a vuestros hijos. Buscad ese momento y dedicarselo. El os lo agradecerá como mínimo, con una sonrisa. Merece la pena.

Os dejo unos enlaces donde podéis encontrar cuentos y cosillas interesantes para este menester. Detrás de cada imágen se abre todo un mar de cuentos.


Este último enlace os llevará a través de la voz y de la imagen a la historia de "El Principito". Un cuento para mayores hecho con cosas pequeñas. (El video dura unos 50 minutos, pero merece la pena). Y ahora sí, hasta la próxima.

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